ORGÁNICO VIRTUAL de Carlos Laramurillo V.

por Carlos Laramurillo V. 

(texto tomado del catálogo de la exposición Orgánico Virtual)

 

En mi niñez, dentro de mi caja de juguetes siempre tuvieron lugar preferentemente los lápices de colores, con los que pintaba un mundo de ilusiones infantiles, entonces hurgando en mis recuerdos me encuentro jugando con mi primo en el estudio de su padre Nilo Yépez, es ahí donde veía asombrado la textura de tiernos rostros labrados en el lienzo y percibía el aroma del aceite, trementina y óleo añejo que parecía colorear el aire, en ese momento ya tenía una idea del que sería el norte de mi destino.

Han pasado 20 años desde mi primera exposición colectiva, recuerdo bien la emoción de aquel día, era un propósito cumplido, ahora, luego de tantos años, con ésta, mi primera exposición individual subo un peldaño más en la interminable escalinata de los sueños cumplidos, a los que no podemos llegar volando, sino asentando con firmeza al pie, el tiempo no importa, si solo le asignamos la condición única de retardar logros y demorar proyectos en la vida, no es tarde, todavía no sale el alba para quienes consideran a sus sueños como la única pertenencia no terrenal eterna, que pacientemente esperan nuestra decisión de plasmarlos en el plano de la cotidianidad.

 Pero como la paradoja que suele desviar las decisiones, mi exposición no es de pintura clásica, aunque alguna vez ese fue mi deseo y sin duda el de mis maestros: Nilo Yépez, Jorge Córdova, Galo Duque y Chikky de la Torre, ya que mi decisión se inclinó hacia le arte digital, que en este caso está alejada del figurativo para explorar nuevas formas a través del azar y la fantasía en procura de encontrar relaciones con el espectador y que éste desarrolle inquietudes y conclusiones a mi propuesta.